sábado, 26 de enero de 2013

Mi sexualidad es mía



Esta semana tenía pensado escribir de otros asuntos (tengo varios haciendo cola) pero algunas noticias me han revuelto las tripas y necesitaba comentarlas. Como un adolescente en plena revolución hormonal o un dermatólogo experimentado, iré directo al grano:
Este 24 de enero falleció Alexandra, una joven transexual de Cartagena de Indias (Colombia) que fue agredida al finalizar la IV Marcha por el respeto y reconocimiento de derechos de la diversidad sexual y las identidades de género, celebrada en noviembre de 2012 en su ciudad. Según las noticias publicadas la agresión fue ejecutada por miembros de la comunidad lgtb, transfobia dentro del propio colectivo (supongo). Dos cuestiones relacionadas han acabado por revolverme las tripas: la denuncia de familiares y amigos respecto a “actos de discriminación, exclusión, burlas y negación de servicios por parte del personal médico” (noticia aquí) y el tratamiento informativo por parte de algunos medios de comunicación que poco les ha faltado para decir que murió tras una pelea a taconazos, como suelen morir ellas (ejemplo aquí). ¿Agredido a punta de tacón? ¿Era necesario ese titular? ¿Y qué sentido tiene la constante referencia al género masculino  cuando están hablando de una mujer?
La otra noticia internacional me había pasado desapercibida, a pesar de su importancia. Un amigo me la dio a conocer y he profundizado un poco en ella (¡gracias!). La homofobia institucionalizada parece que se está extendiendo en Rusia más rápido que la peste. Prohibición de marchas gays y lo que ellos llaman “propaganda homosexual” (a saber qué coño es eso, porque la ley no lo ha dejado claro), junto a declaraciones por parte de parlamentarios rusos que afirman que la homosexualidad es una enfermedad (¡nada nuevo bajo el sol!). Las agresiones a homosexuales se están extendiendo y algunos grupos denuncian la complicidad de la policía y el gobierno. Para conocer un poco más pincha aquí. Como podréis comprobar nuestros medios de comunicación tampoco tratan las noticias con mucha pulcritud porque el titular no es para tirar cohetes, yo  habría destacado las agresiones pero a ellos les parece más llamativo lo del diente.
            Estoy absolutamente convencido de que las leyes son fundamentales para cambiar la percepción de la ciudadanía. Si las leyes (y quien las aplica) reconocen la igualdad y castigan los actos de discriminación, la sociedad va a acabar yendo a la par, pues la igualdad está legitimada.
            ¿Y qué tal estamos en España? A este punto quería llegar, amig@s. El amor en todas sus formas es constitucional, eso hemos venido en afirmar últimamente. Tenemos motivos. El Tribunal Constitucional nos respalda.
Pues también tenemos motivos para no dejarnos llevar por la comodidad de quien ha visto sus derechos reconocidos por ley y refrendados por el máximo órgano interpretativo y defensor de la Constitución. Sigue habiendo peligro y me voy a explicar con un ejemplo.
¿Sabéis quién es Nicolás Jouvé de la Barreda? Un Don Nadie, en principio, pero interesa seguirle la pista, aunque para mí seguirá siendo un Don Nadie y un ignorante toda su puñetera vida, por muy catedrático de Genética de la Universidad de Alcalá de Henares que sea. Pues bien, acaba de ser nombrado nuevo miembro del Comité de Bioética de España por la Señora  ministra Ana Mato. ¿Os suena esta mujer? Que sí, jolín… la que se está cargando la Sanidad pública, esa que debería ir a un logopeda para aprender a hablar… ¿con lo del logopeda ya caéis, verdad?
He investigado para que no lo tengáis que  hacer vosotr@s, mis querid@s lectores (amig@s y familia). Este simpático señor, imagino que ya muy afectado por la senectud de una larga vida entre ratas y probetas, afirma que la homosexualidad tiene origen psicobiográfico: “inadecuada educación por parte de los padres, soledad, tristeza, falta de autoestima y autoaceptación personal, rechazo de los compañeros de escuela, desconfianza, miedo, maltrato sexual en la infancia y en la adolescencia, narcisismo, fobia social, falta de identificación con el propio sexo, etc.”. Y añade en un alarde de buen rollo y humor sin límites: “De aquí la gravedad del hecho de la eliminación de la homosexualidad del catálogo de enfermedades psíquicas, condenando al desamparo a las personas que lo padecen”. ¡Dios, estamos desamparados desde que la OMS nos sacó de los libros! ¡Aquilino vuelve y sálvanos!
Todo esto no me lo invento, si estáis mal del estómago y necesitáis vomitar, podéis leer más de sus estudios sobre genética de la homosexualidad aquí.
En fin, tragicomedias del Comité de Bioética aparte, debemos pensar en la importancia de estos nombramientos y los cambios que se están produciendo en España. No está todo ganado: el camino es de ida y vuelta. Las declaraciones de Jorge Fernández Díaz, ministro del interior, son significativas al hilo de lo que digo: “Sigo creyendo que el matrimonio define la unión de un hombre y una mujer y estoy en contra del derecho a adoptar niños por parejas del mismo sexo. Creo que debe prevalecer el derecho del niño”  Más información aquí.
Esta semana me he alargado un poquito, pero tenía que exponer varias noticias o mis tripas iban a reventar. Además he puesto un montón de enlaces, ¡¡espero que no resulte muy pesado!!
Quiero un mundo justo, donde se respete la decisión individual de cada uno de con quién decide irse a la cama o con quién compartir techo. No parece muy complicado, en principio, pero aún hay ocho países donde ser homosexual y no reprimirse implica la pena de muerte. En muchos otros se sigue persiguiendo y castigando duramente. En los países llamados desarrollados la igualdad legal y real aún está en proceso.
Si estáis sobrados de tiempo, os recomiendo este artículo que habla de las diferentes reacciones mediáticas respecto a la confirmación como constitucional del matrimonio homosexual en España: elojoizquierdo.
¡Hasta la semana que viene!  A ver si estamos mejor de lo nuestro... y recordad: ¡en mi intimidad, mando yo!


P.D. Quiero agradecer a mi amigo Argi Griego que me ceda generosamente su arte y sus fotografías para ilustrar algunos de mis artículos. Este, por ejemplo. Gracias!!

sábado, 19 de enero de 2013

Y si me afecta... ¿qué?



"En el reino de las mariposas el rey vio un pequeño resplandor a lo lejos y quiso saber de qué se trataba. Envió a una mariposa para que investigara. Cuando volvió dijo al rey:
      - Es la LUZ de una vela.
El rey no se quedó tranquilo ante la respuesta y envió a una segunda mariposa. Cuando esta volvió venía con las patitas quemadas y le dijo al rey:
      - Es la LLAMA de una vela.
El rey quería tener mayor conocimiento y envió a una tercera mariposa con el encargo de que se acercase mucho. La mariposa no regresó, sólo se percibió de ella el olor a chamusquina. Se había acercado tanto, que la luz pasó a ser llama y la llama pasó a ser FUEGO"    
  
Hace casi dos semanas se murió un usuario. He querido esperar un poco para no escribir en caliente pero sigo con la necesidad de hacerlo. Se supone que no me tiene que afectar, que estoy preparado para este tipo de cosas. ¡Soy un profesional, señores, un profesional!
Se supone que sólo debo acercarme hasta la luz, tener cuidado con la llama y por supuesto nunca llegar hasta el fuego. He de mantener la distancia profesional. He de ser la vara hueca del sabio que acoge los problemas que los demás comparten con él, pero que al final del día deja que salgan por el otro extremo de la vara hueca para que no le afecten.
Pues qué cagada. Con todas las letras. A veces me afecta. Qué le voy a hacer, a veces desaparece el profesional y sale el sentimiento desbordante e incontrolado. Casi siempre lo controlo, pero aún queda el casi. Y así ha sido esta vez.
Creo que le fallé. Fue todo tan rápido que no tuve tiempo de ir a verle y se murió. Él confiaba en mí, me lo dijo muchas veces, él confiaba en que yo ayudaría a su familia y le fallé, no tuve tiempo. Me siento culpable por ello. Y sé que todos estos sentimientos no son profesionales, pero están ahí y no quiero que se enquisten. Necesito sacarlos.
Ahora sé que no me contó cosas, que tenía miedo. Yo no supe sacárselas pero ya no es tiempo para eso. ¿Por qué me sigue afectando?
Una vez más he decidido aprender, sacar mi parte positiva y no escuchar mucho a mi exigente conciencia, que me pide más y más y me está machacando demasiado. Así que voy a hacer el ejercicio “Me permito . Ahí va:
  • Me permito fallar y me permito aprender. Tengo derecho.
  • Me permito no saber hacer las cosas mejor. Tengo derecho a estar en proceso.
  • Me permito sufrir con el sufrimiento ajeno. Tengo derecho a sentir.
  • Me permito sacar de dentro el sentimiento de fracaso. Tengo derecho a avanzar.
  • Me permito ser humano. Tengo derecho a ser como soy.

Vale, ya me he engañado un poco, es liberador. El caso es que sirve. Os recomiendo el ejercicio, este año ya van dos.
Me pasará más veces y me da miedo no controlar, pero tengo un miedo aún mayor: que llegue un día en el que esté tan acostumbrado al sufrimiento ajeno que deje de sentir. Ese día, definitivamente, sí habré fracasado.
Allí donde estés, espero que puedas estar tranquilo. Yo haré lo posible.


  P.D. Esta semana la revista digital Allegramag de Lucía Etxebarría ha publicado uno de mis artículos. Este es el enlace:



(El texto de incio de este artículo es material de trabajo del Centro de Humanización de la Salud, esta es su página web: www.humanizar.es)

sábado, 12 de enero de 2013

Puertas abiertas



Creo que los Reyes Magos siempre son muy generosos conmigo. Supongo que eso ha de hacerme feliz pues aunque los regalos son lo de menos es evidente que estoy bien rodeado. A todo el mundo nos gusta que nos cuiden, nos mimen, nos demuestren cariño. Es una muestra más de que somos animales sociales.
Este año un grupo de amigos hemos organizado el cada vez más habitual sistema del amigo invisible para ilusionarnos un poco y comenzar alegres el nuevo año. Es de ese regalo del que me apetece hablar pues me ha llevado a curiosas reflexiones.
Mi amigo invisible me ha regalado un “Stop puertas”. En realidad significa todo lo contrario: no es para cerrar puertas sino para mantenerlas abiertas, un aparatito que se coloca en el pequeño hueco que hay entre la puerta y el suelo e impide que esta se cierre. Lo más interesante es que el regalo venía acompañado de una bonita carta en la que mi amigo invisible me regalaba puertas abiertas para avanzar en nuestra amistad.
            Y ha sido este pequeño gran gesto el que me ha llevado a pensar en la importancia de tender puentes, de crear lazos, de mantener las puertas abiertas. Y pienso dedicar todo este año a este sencillo descubrimiento.
           
Porque las puertas abiertas significan muchas cosas:

-          Significan libertad: si mantenemos las puertas abiertas en nuestras relaciones y aún así el otro permanece a nuestro lado, es porque voluntariamente así lo decide. No podemos obligar a nadie a sentir cariño por nosotros, sólo dándole libertad y dejándole marchar cuando así lo decida sabremos que está a nuestro lado porque lo desea tanto como nosotros.
-          Significan compromiso: no dejemos de decir a los demás que estamos dispuestos a mantener la puerta abierta, a profundizar en nuestras relaciones, a crecer juntos. Porque todos necesitamos saber que los otros tienen los brazos tendidos y que estarán en el momento en que los podamos necesitar.
-          Significan aprendizaje: porque si estamos solos es muy difícil que se produzca la increíble magia del crecimiento personal. Abrirnos al resto implica empaparnos de su experiencia y compartiendo nuestros errores e inquietudes podemos encontrar juntos soluciones creativas.

Significan muchas más cosas, pero prefiero que cada cual haga su propio listado de beneficios y de puertas abiertas. Me parece un interesante ejercicio que dejo aquí como propuesta. Si no os importa, os adelanto parte de mi listado:

Este año mantendré las puertas abiertas a la amistad, las plantas, las margaritas, la música alegre, la naturaleza, el sol, la luna, las manualidades, las nuevas relaciones, el fortalecimiento de las relaciones duraderas, la playa, desnudarme física y emocionalmente, la reflexión sobre el Trabajo Social y los Servicios Sociales, las lecturas interesantes y apasionantes, los nuevos aprendizajes, los juegos, el niño que aún tengo en mi interior… y por supuesto a los abrazos, a las risas y a las emociones intensas.

¿Quién se anima a hacer su listado de puertas abiertas? ¿lo compartes conmigo?
                
Os dejo un pequeño regalo de la inmensa Gloria Fuertes:



P.D. Muchas puertas se están abriendo ya y quiero dar las gracias a las compañeras y compañeros de la BlogoTSfera cuya relación me está generando muchas satisfacciones. Y me reservo algunos otros agradecimientos para cuando se confirmen varias propuestas que mantienen mi ilusión intacta.

miércoles, 2 de enero de 2013

Entre lo poético y lo real


Esta semana no soy yo quien escribe ya que cuento con dos textos que, entre la poesía y la cruda realidad, reflejan sentimientos y reflexiones aparejadas a dos fechas importantes que acabamos de pasar: el 28 y el 31 de diciembre.

Los textos han sido escritos por mi compañero de fatigas Luis García Loro y creo que este es el lugar idóneo para compartirlos, pues plantean algunas de las cuestiones que yo también me hago últimamente. Que los disfrutéis y que cada fecha señalada del calendario nos sirva para hacernos preguntas que nos lleven a algún tipo de aprendizaje.




SEIS MILLONES DE UVAS


Si algo tiene de especial la nochevieja, y de distinto, es que todos nos alegramos y gozamos con la despedida, con la muerte, del año que se va, porque curiosamente, en la muerte y la entrega del año viejo, encontramos la vida del nuevo.
Es la noche de los deseos, de los buenos deseos, es como si quisiéramos aprehender una forma humana de hacer milagros, teniendo la capacidad de convertir los sueños en realidad.
Pero, cada vez que la intentamos agarrar se nos escapa entre las manos; solo basta con que giremos la cabeza, para ver lo poco o escaso de milagroso que hay en el acontecer de los hombres y mujeres, que muchas veces tan cerca de nosotros están. De poco sirve emborracharnos, o que nos emborrachen, de suerte una noche, y el resto del año vivir en la resaca de la injusticia y del infortunio.
No puedo por menos, que mirar en esta noche a los seis millones de personas que formamos, la larga y negra lista de parados y paradas, seis millones de uvas de la suerte, que solo Dios sabe cómo han sido injustamente desgajadas del racimo de sus vidas.
Pienso, qué pasará por esas seis millones de cabezas, tras comer la última uva, cuando probablemente, la falta de ilusión les lleve a acompañar, con su llanto, el silencio de la noche que muere, mezclado con la alegría desbordante de una sociedad narcotizada por los opulentos.
Quizás sea necesario cambiar muchas cosas, sobre todo, cuando la idea de Bien no es la que guía a la política, ya que los hombres y mujeres no somos capaces de alcanzar nuestro fin último, que es ser felices.
En fin, es una noche para descubrir, que el agua vale más que la prima de riesgo, que un filósofo es más útil que un político, que el más humilde es más importante que cualquier Jefe de Estado, y que la fe que cada uno llevamos dentro, hará que la alegría sea más ancha y fuerte que los miedos.
FELIZ AÑO NUEVO.


SOY INOCENTE


La Inocencia, es la única protección que tenemos contra el mal, porque éste, se paraliza, se congela, se desconcierta, se queda sin argumentos, y aunque gane, habrá perdido, porque no habrá sido capaz de conquistar tu alma, tu ser...si eres inocente.
Soy Inocente, por eso quiero no perder la capacidad de sorprenderme con cada cosa de esta vida, con la caída de una hoja o el abrazo de un amigo, de compartir y aprender a recibir, amarme y amar a los demás tal cual son, sin tantos prejuicios ni postjuicios...
Soy Inocente, y nunca sabemos lo importante que es la inocencia, hasta que un día la perdemos, y entonces nos damos cuenta, si somos capaces de mirarnos en el espejo de la vida, de que nos hemos convertido en un nuevo Herodes, para los demás y con nosotros mismos, segando de cuajo, cualquier ilusión, proyecto o deseo de ser uno mismo.
Soy Inocente, también gracias a todo lo vivido en este 2012, y no quisiera que los avatares de la vida, me hicieran perder esta inocencia, que me hace tan humano, hasta hundirme los pies en la tierra, y a la vez me hace tan divino, que me eleva hasta el cielo.
Soy Inocente, y lo soy porque ha habido tantos hombres y mujeres a lo largo de la historia dispuestos a padecer la injusticia, antes que a cometerla; y en ellos he aprendido a adquirir el aplomo y la serenidad suficientes, para encajar con paz y sin que se despeine un solo pelo, los golpes de la vida.
Soy Inocente y quiero seguir siéndolo, es decir quiero ser feliz.



¡Hasta la semana que viene!