domingo, 24 de noviembre de 2013

Un año de blog


Gracias a Pedro Celiméndiz, Nacho Santás e Israel Hergón
por los regalitos que nos llevaron al Congreso

Hoy hace un año que abrí esta ventana sin saber que iba a encontrar tanto aire fresco, tanta luz, tanta magia. En aquel momento hablé de la conmemoración del Día Internacional contra la Violencia de Género y una semana después del Día Mundial de la Lucha contra el Sida. Después llegaron más entradas y muchos más temas hasta un total de 39, incluyendo esta.

Varios han sido los acontecimientos importantes desde la creación de este espacio, que únicamente me ha procurado satisfacciones. A destacar mi inclusión en la BlogoTSfera (os lo cuento en esta entrada), sacarme el título de Grado en Trabajo Social y la participación en mi primer Congreso Estatal de la profesión.

Que este blog naciese un 24 de noviembre fue pura casualidad, pero investigando esta fecha, he descubierto acontecimientos importantes que ocurrieron tal día como hoy hace muchos años, y me apetece compartirlo. 

Un 24 de noviembre nació el escritor italiano Carlo Collodi, autor de Pinocho, ese muñeco de madera que después de muchas adversidades se convierte en un niño de carne y hueso, un proceso de transformación que a veces los trabajadores sociales presenciamos, disfrutamos y vivimos en nuestras propias carnes. También en esta fecha nació el pintor francés Toulouse-Lautrec, del que he compartido aquí alguno de sus cuadros y que es conocido por reflejar en su obra el mundo de la prostitución de su época.

También un 24 de noviembre fallecieron personalidades importantes como Robert Cecil, político y diplomático británico premio Nobel de la Paz en 1937 que colaboró en la redacción de los Estatutos de la Sociedad de Naciones y escribió la obra "Way of Peace".

Y por último, destacar que el 24 de noviembre de 1991 fallece Freddie Mercury, un ARTISTA libre que no necesita presentación y que tan sólo un día antes de su fallecimiento hace un comunicado en el que reconoce padecer sida y que está dispuesto a combatir esa terrible enfermedad. Este acontecimiento marca un antes y un después en la lucha contra el estigma social del sida. En el año 2013 seguimos muy necesitados de valientes que visibilicen y pongan cara a esta enfermedad, para que todas las personas afectadas disfruten plenamente de sus derechos fundamentales. 

Seguramente este blog pudo nacer cualquier otro día, y muy probablemente si buscamos los acontecimientos destacables de cualquier fecha del año encontremos cosas similares, pero no serán estas. Yo creo que una vez más, es pura serendipia.

Este blog sigue siendo un modo de no sentirme aislado, una forma de compartir con profesionales de otras provincias y comunidades la preocupación por la política social vigente, una herramienta de lucha por la dignidad de las personas que merecen disfrutar de unos Servicios Sociales públicos de calidad.

Gracias a quienes comparten este camino conmigo, 11.000 gracias a las más de 11.000 visitas recibidas hasta el momento. Y gracias, por último, a todas las personas que me han hecho comentarios, sugerencias y críticas para mejorar este espacio y convertirlo en un lugar de reflexión y participación.

Os dejo con una canción de Freddie Mercury, un canto de libertad. Yo también quiero ser y vivir libre, como él. Y así me seguiré expresando en este espacio. ¡¡Gracias!!




miércoles, 20 de noviembre de 2013

El día que desaparezcan los derechos sociales, desapareceremos nosotros


Aún estoy con la resaca psicológica del XII Congreso Estatal de Trabajo Social celebrado en Marbella la pasada semana. Quizá sea pronto para hacer una valoración objetiva de lo acontecido, pero nadie dijo que un blog personal estuviese diseñado para relatar hechos objetivos ¿verdad?

Había dos motivos principales por los que estar allí era fundamental para mí, a pesar de las dificultades iniciales. En su día ya lo conté en esta entrada, pero hoy lo vuelvo a repetir:
  • Compartir un espacio real con compañer@s de la BlogoTSfera y de redes sociales con quienes llevo compartiendo espacio virtual desde hace mucho tiempo. 
  • Sentir unión en las reivindicaciones y luchas activas frente a los ataques reiterados que se están llevando a cabo desde las instituciones hacia los Servicios Sociales.
El primer objetivo se ha cumplido completamente. He echado de menos a algunas personas, pero tocar, abrazar, mirar, reflexionar y reír con personas a las que en la distancia ya admiraba y apreciaba, ha hecho que aumente mi convicción de que las redes sociales están cambiando nuestras vidas y multiplicando las posibilidades de ampliar conocimientos y relaciones. Por si no quedó claro en el taller organizado por parte de los miembros de la BlogoTSfera, ahí queda eso.

El segundo también se ha cumplido aunque con matices. Ha habido actos de reivindicación a lo largo de todo el Congreso, la Marea Naranja ha estado muy presente, el sábado vivimos una emotiva representación de la muerte de los Servicios Sociales, muerte a la que estamos abocados si no conseguimos parar a este gobierno rancio destructor de todo lo público. Han sido  momentos muy intensos, yo he sentido la emoción a flor de piel en muchas ocasiones, incluso los gritos a los políticos que fueron a hacerse la foto en el acto de inauguración me hicieron sentir orgullo de una profesión que no puede ni debe venderse al poder.

Sin embargo, me faltó más reivindicación en las ponencias y en las comunicaciones. Me faltó que se hablase más de la devastadora reforma de la Administración Local, de la vengonzosa derogación encubierta de la Ley de Dependencia, del indigno recorte del Plan Concertado. En definitiva, del paulatino desmantelamiento del Sistema de Servicios Sociales, que de tanto nombrarlo, parece desgastado. Menos mal que tenemos a la infatigable Belén Navarro, que cuando se trata de reivindicar y de removernos en el asiento, nadie tiene más valor que ella. Suyo es el título de esta entrada y suya la más apasionada defensa del sistema público de servicios sociales que yo he vivido en estos días.

Hay mucho más que destacar, por supuesto. Hemos contado con la presencia de personalidades de gran relevancia internacional, con profesionales que han  hecho historia en nuestra profesión en España, Ana Lima ha sabido transmitir su gran preocupación por el momento crucial que vivimos y algunos "enganchados" de las tecnologías hemos calentado las redes sociales (twitter y facebook principalmente) para retransmitir todo lo que allí ocurría, al tiempo que nos volvíamos locos buscando enchufes en cualquier rincón. Aunque no sería del todo honesto si no digo que eché mucho en falta la presencia de pesos pesados de la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales que tanto están luchando por nuestra profesión.

Es importante decir que este Congreso tenía una peculiaridad: cada asistente ha vivido su propio Congreso de Trabajo Social. Era tal el número de actividades, ponencias y comunicaciones simultáneas, que haciendo un cálculo improvisado, es posible que sólo haya presenciado el treinta o cuarenta por ciento del total, y quizá estoy siendo muy optimista. Por lo tanto, si estuviste en el Congreso y no te identificas con lo que estás leyendo, puede ser porque cada uno vivimos nuestro Congreso particular. Yo lo he vivido con cierto desasosiego en algunos momentos, al tener que decidir dónde estar a cada rato, pero también me ha abierto un abanico de posibilidades infinitas.

También quiero reconocer lo bien representada que ha estado la BlogoTSfera en este Congreso en las ponencias y talleres. Nacho Santás siempre nos da lecciones para ser más eficientes en nuestro trabajo, gracias a sus buenas prácticas, Israel Hergón con su derroche de creatividad y su defensa del Teatro Social como herramienta de intervención social, Belén Navarro produciendo conocimiento, Rafael Arredondo coordinando todo el cotarro y junto a todos ellos, Pedro Celiméndiz y Tania Mesa dando lecciones magistrales de intervención social 2.0.

Las reflexiones finales, leídas por Amparo Porcel al final del Congreso fueron brillantes, en algún momento me llegaron a emocionar (las podéis leer aquí). Y las resoluciones aprobadas también al final, me hacen sentir orgullo de la profesión. Como no quiero aburriros, si tenéis interés, las podéis leer aquí. Yo diría que es lectura obligatoria y os adelanto que entre otras cosas, pedimos una ley estatal de Servicios Sociales, ahí es nada.

En definitiva, y esto ya lo publiqué en twitter en el momento de finalizar el Congreso, lo mejor, como siempre y en cada lugar, son las relaciones humanas. Si algo me apasiona de esta maravillosa profesión a la que tengo la suerte de dedicarme, es el constante contacto con seres humanos: diversos, singulares, únicos, especiales, locos, llenos de valores, experiencias y ganas de compartir.

Gracias a todas las personas que habéis hecho de mi primer Congreso de Trabajo Social una experiencia única. Como a algunos ya les he nombrado, acabaré citando a los que me faltan. Carmen Boíllos, incombustible defensora de la ética profesional y alguien a quien admiro y aprecio, entre otras muchas cosas, porque me hace pensar; gracias a ella y al resto de la representación de Soria. Fernando Cuevas, gracias por acompañarme desde el minuto uno y aportarme experiencia y diversión, lo que twitter ha unido que no lo separe la falta de megas, por favor. Rocío Cáceres, esa sorpresa sevillana que me ha cautivado por su sencillez y experiencia. Daniel Subirats, con quien espero aprender más de coaching y desarrollo personal. Verónica Olmedo, cuya sola presencia hace que te sigas sintiendo en casa. Y no quiero olvidarme de Pablo de la Rosa, que aunque sólo estuve un momento con él, es parte importante del grupo de bloguer@s, a quien tengo especial estima.


Quiero concluir con una frase de Ian Johnston, que participó en la mesa final y que puede resumir tres días de encuentro y reflexión de más de mil profesionales de la acción social: "Hay recursos para cubrir las necesidades de todos, pero no para cubrir el egoísmo de todos".

P.D. Por las redes sociales está circulando una información vírica que compara a los componentes de la BlogoTSfera con los extravagantes protagonistas de la serie "The Big Bang Theory". Y yo digo... ¡gracias!



lunes, 11 de noviembre de 2013

Atlas y el XII Congreso de Trabajo Social

Le evolución de los Servicios Sociales en las últimas décadas en España, me recuerda la historia de Atlas.

Tras la guerra de los Titanes, Zeus condenó a Atlas a sostener el cielo separado de la Tierra hasta el fin de los tiempos. Atlas era fuerte, pero el castigo fue muy duro para él. En una ocasión Heracles le visitó, solicitándole ayuda para uno de sus doce trabajos: recoger las manzanas de oro del jardín de las Hespérides, hijas de Atlas. Este aceptó el encargo, pidiendo a Heracles que en su ausencia sujetase sobre sus hombros la bóveda celeste. Atlas se sintió tan liberado, que una vez recogidas las manzanas, quiso llevarlas él mismo a Euristeo, quien había realizado el encargo. Heracles fingió estar de acuerdo, pero pidió a Atlas que sostuviese por un instante el arco del firmamento para ponerse un almohadón sobre los hombros, que tenía muy doloridos. Heracles le engañó y, una vez liberado del peso, huyó con las manzanas dejando a Atlas sumido en un profundo lamento y sosteniendo de nuevo el cielo sobre sus hombros maltrechos.

Los Servicios Sociales nos hemos ido haciendo fuertes al haber cargado sobre nuestras espaldas con un trabajo poco reconocido y apoyado. A veces nos hemos instalado en la queja, en el lamento, y eso no ha ayudado a que el sistema cobre mayor relevancia, pues quizá no hemos sabido organizarnos y mostrar su importancia de forma clara al resto de la sociedad.

Al no existir una ley nacional, los Servicios Sociales se han  ido desarrollando de diferente forma en cada Comunidad Autónoma, en base a los mandatos de la Constitución y la Ley de Bases de Régimen Local. Para garantizar cierta homogeneidad en su funcionamiento y recursos, en 1988 se aprobó el Plan Concertado, un acuerdo de cofinanciación de las prestaciones sociales básicas entre los tres niveles administrativos: Estado, Comunidades Autónomas y Entidades Locales.

La Ley de promoción de la autonomía personal y atención a las personas en situación de dependencia en el año 2006 fue un impulso muy importante que vino a reforzar y aliviar la carga de un sistema que de repente, se veía reconocido: servicios y prestaciones que dependían en buena medida de la disponibilidad presupuestaria del momento, alcanzaban la categoría de derechos subjetivos. Heracles nos hacía un encargo: recoger las manzanas de oro del jardín de las Hespérides. La paciencia de Atlas, el tiempo dedicado a sostener un sistema en crecimiento, se veía recompensada.

Sin embargo, este alivio nos ha durado poco. Los recortes sociales, que deberíamos empezar a llamar vulneración de derechos, han llegado de la forma más cruda que jamás pudimos imaginar. No sólo están dejando morir la Ley de dependencia, también el Plan Concertado está herido de muerte y para completar el cuadro, la reforma de la Administración Local acabará con los Servicios Sociales Municipales. Y ya tenemos fecha: 31 de diciembre de 2015. Es un final anunciado. El Sistema de Servicios Sociales, tal y como lo conocemos hoy, muere. Descanse en paz.

En este punto la historia de Atlas ya no nos vale como metáfora, porque Atlas volvió a la situación inicial. A nosotros se nos ha recrudecido el panorama de forma mucho más drástica.

En este contexto llega el XII Congreso Estatal de Trabajo Social cuyo título "La intervención social en tiempos de malestares" es más que adecuado. A partir de este jueves 14 de noviembre, más de mil profesionales de los Servicios Sociales nos reuniremos en Málaga para reflexionar sobre el momento crucial en que nos encontramos.

No es un momento para flaquear, ni para mostrar debilidad, ni para venirnos abajo. Es el momento de mostrar nuestra fuerza y nuestra unión, el momento de hacernos ver, de demostrar que nuestra labor es importante y que hay mucha gente que ha trabajado duro para que este sistema salga adelante, que ha sostenido sobre sus hombros un cielo lleno de estrellas con mucha ilusión y profesionalidad, y que les debemos como mínimo, luchar con garra.

Además para mí es un Congreso muy especial, porque me juntaré con algun@s compañer@s de la BlogoTSfera. Será un momento de encuentro y celebración. Si queréis seguirnos, intentaremos estar presentes en las redes para que podáis tener información de cuanto allí acontezca.

Dejamos por unos días de sostener nuestro pequeño firmamento para partir en busca de una aventura que nos llene de energía. Vamos al jardín de las Hespérides a por las manzanas de oro y sé que las vamos a encontrar. A la vuelta, no os preocupéis, no nos dejaremos engañar, volveremos a sostener el cielo sobre nuestros hombros, pero procuraremos que las estrellas brillen con intensidad.

Advertencia sanitaria final: 

Cuidado con el hashtag #CongresoTS en twitter ¡va a ser adictivo!

¡Hasta la vuelta!


martes, 5 de noviembre de 2013

Islas Diómedes



Las Islas Diómedes son dos formaciones rocosas situadas en el Ártico. Se trata de dos islas poco conocidas, una un poquito mayor que la otra, separadas por una frontera internacional a pesar de sus escasos cuatro kilómetros de distancia física. Diómedes Menor es territorio estadounidense y la habitan unas 170 personas; Diómedes Mayor es territorio ruso, estando totalmente deshabitada en la actualidad.

Pero no es esta circunstancia lo más curioso de este pequeño archipiélago, sino que además son atravesadas por la línea internacional de cambio de fecha, de modo que a las 0:00 horas en la isla rusa, son las 3:00 horas del día anterior en la americana, aunque la hora solar, como imaginaréis, es la misma. Hay otro fenómeno que me llamó mucho la atención cuando supe de su existencia, y es que en invierno el canal que las separa se congela completamente, pudiendo pasar de una isla a otra a pie. Pocos lo saben, pero durante unos meses al año, Asia y América son dos continentes unidos por un pequeño paseo. Forzando un poco el argumento, durante esos meses son cuatro los continentes unidos: Europa, África, Asia y América. Y para terminar de complicar las cosas, se puede afirmar que en estas dos islas es posible viajar en el tiempo: tan sólo caminando un rato puedes volver a ayer o ir directamente a mañana. ¿No es fantástico? ¿Por qué no nos cuentan estas cosas en el colegio?

Las peculiaridades de las Islas Diómedes me han llevado a otra reflexión. La casta política y la ciudadanía. Tan cerca y tan lejos. Separados por una corta distancia y perteneciendo a dos continentes distintos. Incluso se me ocurre que vivimos en dos dimensiones temporales dispares, como si la ciudadanía estuviésemos en el hoy y ellos en el ayer, o quizá sea al revés, a lo mejor los políticos son unos visionarios, y mientras la ciudadanía se mantiene anclada en el hoy, en el Estado de bienestar, en el mundo de los derechos fundamentales, en el apoyo y la solidaridad social, ellos ya están en el mañana, viviendo en un territorio previamente diseñado, el de las individualidades que benefician únicamente a unos pocos. Hay veces que llegas a confiar, que tienes la sensación de que es posible compartir el mismo territorio, que todo lo que hacen es por nuestro bien, por el bien común, que podemos caminar de un territorio a otro sin miedo a caer, pero entonces llega el deshielo y volvemos a encontrarnos en continentes lejanos, separados por el tiempo.

Lo peor de todo es que la separación no es tan clara, porque entonces podríamos exigirles cambiar de lugar la línea de tiempo y construir un gran puente destruyendo esa frontera imaginaria.

Os voy a poner un ejemplo. Hace pocos días una mujer, en una visita domiciliaria, me hablaba de otra señora de su mismo municipio que recibe un Servicio de Ayuda a Domicilio por parte de los Servicios Sociales, estando ella en lista de espera de este mismo recurso. La que lo recibe es beneficiaria desde hace varios años, pero sin tener en cuenta esta circunstancia la que está en lista de espera, me decía: “claro, a ella se lo dieron pronto porque tiene mano en la Diputación, conoce a un diputado ¿sabes?”. Yo le expliqué que las cosas no funcionan así, que el problema son los cambios legislativos, los recortes y la falta de presupuesto dedicada a los Servicios Sociales, pero ella siguió en un bucle interminable. Por más que le expliqué que yo conozco los casos de la zona y que soy consciente y responsable de la aplicación de la normativa, ella siguió pensando que “si tienes mano con los políticos” da igual si tienes o no derecho, porque lo vas a conseguir.

En la visita domiciliaria, al mismo tiempo que comprendía la angustia de la mujer ante la espera de una ayuda que no sabe cuándo podrá recibir, defendí amablemente la actuación de los Servicios Sociales públicos en los que se aplican criterios profesionales y normativos previamente establecidos. Lo mismo he hecho en innumerables ocasiones y a veces consigo ser convincente. Sin embargo, no puedo dejar de plantearme la siguiente cuestión: ¿por qué tanta gente piensa que los políticos pueden actuar de forma arbitraria? Y me pueden llamar malpensado pero mi primera idea es: ah, pues quizá porque en muchas ocasiones actúan arbitrariamente y a esta buena mujer no le falta razón.

Sin embargo considero importante señalar que los Servicios Sociales, precisamente por su carácter público y porque quienes desarrollamos en ellos nuestra labor técnica utilizamos criterios profesionales rigurosos en la intervención, estamos a salvo de las arbitrariedades de la casta política.

           En estos momentos, con las reformas que hay en marcha y que afectan a nuestro sector, con las puertas totalmente abiertas a la externalización de los servicios (privatización, en definitiva) corremos el riesgo de que este tipo de arbitrariedades aumenten de forma exponencial. Siento insistir tanto y parecer excesivamente alarmista, pero aún no somos conscientes de las consecuencias que se van a derivar de la reforma de la Administración local.

            Yo aún sigo confiando en que llegue el invierno y quizá un simple camino de hielo sirva para unir continentes y encontrar espacios de colaboración. No me gusta el frío pero estoy dispuesto a hacer algunos sacrificios. Quizá sea un problema de comunicación, el reto está en hacernos entender, en ser capaces de mostrar nuestra realidad y la de aquellas personas por las que trabajamos, que somos todos. Espero que podamos estar a la altura de las circunstancias y hagamos ver que los Servicios Sociales son útiles más allá de arbitrariedades y ocurrencias de los políticos de turno, que ellos, por suerte, sí son temporales.