lunes, 6 de enero de 2014

Quejido y ternura


        Conozco profesionales del Trabajo Social con múltiples talentos. Carmen Ruth Boillos es una de esas profesionales y por eso creo que merece una entrada en este blog para dar a conocer su obra. Hay quien además de ser profesionales comprometidos con el Trabajo Social, saben contar cuentos, restaurar muebles, hacer malabares o artesanías de todo tipo, dinamizar grupos, impartir formación de calidad o incluso mantener blogs con actualizaciones periódicas. Carmen Ruth escribe poesía.

        Conocí a Carmen en el año 2003, cuando inició sus estudios de Trabajo Social en la Universidad de Salamanca, yo lo había hecho un año antes. En mi caso, había aparcado los estudios de Derecho al descubrir que existía una profesión con la que me sentía mucho más identificado. La historia de Carmen no era muy diferente, creo que ambos notábamos la diferencia de edad con nuestras compañeras y compañeros de entonces y la profunda convicción de que un día podríamos ejercer el Trabajo Social con dignidad, ahora que lo habíamos descubierto. 

        Es momento de hablar de ella, no de mí. Actualmente trabaja en la Diputación de Soria, provincia que la vio nacer y donde lleva años demostrando un gran respeto por la profesión y un compromiso inquebrantable con la sociedad de la que forma parte. No es de las profesionales que se esconde, lo suyo no son las medias tintas, me atrevo a decir que actúa así también en su propia vida. Carmen es valiente. Cuanto más la conozco, más la admiro.

        Este año ha publicado por primera vez sus poemas. El título del poemario es el mismo que yo he utilizado para titular esta entrada, sé que ella me concede esta licencia, este pequeño robo: "Quejido y ternura". A lo largo de sus páginas logra que acabes sintiendo parte de lo que ella ha vivido para convertir experiencia en arte. El quejido por el mundo que nos rodea, la sociedad cada vez menos humana que se está imponiendo, y la esperanza basada en la ternura. Una ternura que pide, sin descanso, proteger.

        En el Congreso de Trabajo Social del pasado noviembre Carmen me entregó este poemario, yo se lo había pedido. El momento fue muy oportuno: dos trabajadores sociales que comparten más que la pasión por una misma profesión. Nunca lo olvidaré porque además me dio una noticia que aunque ella no lo sepa, me hizo muy feliz. Y no sólo por ella.

        Carmen me dijo que quería saber mi opinión. He tardado un tiempo en dársela, pero hoy la hago pública. Su poesía tiene mucho trasfondo social y en algunos momentos ha llegado a emocionarme, al leerla en soledad, al sentirme identificado y reflejado en sentimientos compartidos. Hoy es día de Reyes y os hago un regalo, pero es mejor que  lo haga por su boca. Os regalo un fragmento de una bonita poesía que nos da esperanza para seguir teniendo ganas de luchar por un mundo más justo:


Devuélveme -si es que puedes- la energía,
el verde de mis pantalones cortos, el canto, 
las ganas de creer aún en el hombre y la utopía.


P.D. Si queréis adquirir el poemario, podéis visitar este enlace.


4 comentarios:

  1. Cuanto de eso que necesitamos hoy....creer en el hombre y en la utopia,...es posible con momentos como el que acabó de tener tras leer este blog. Gracias a los dos.

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    1. Gracias Eva, es importante saber que no estamos sólos, yo diría que imprescindible, así no sentimos que somos unos quijotes. Un abrazo preciosa!!

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  2. Así que Carmen es la chica guapa con la que te hiciste la foto que aparece debajo de la foto de la BlogoTSfera en el post que dedicaste al congreso. Tú sí que sabes :) :) :).
    He localizado, en la web que has indicado, la librería de Zaragoza donde se vende el libro, ahora están de inventario, pero sí que querría llamar para ver si realmente lo tienen, estaría bien comprarlo.
    Me sorprende lo que comentas que os pasaba, lo de la diferencia de edad con el resto. ¿Tanto lo notábais, si entonces teníais veintipocos años, supongo? Lo digo porque yo tengo muchos más, sí que cantaría mi presencia si estuvise en clase con los demás, no es el caso porque estoy en la UNED. También es cierto que hace tiempo que me voy encontrando gente incluso más mayor de lo que ahora soy yo que estudia Trabajo Social, incluso en la universidad presencial. Es que no sé, pero me parece que quizás mucha gente a los 18 años no se hace idea de lo que es el Trabajo Social. Pero muchas veces me sabe mal haber llegado tan tarde a algo que vale tanto la pena.
    Cuando escribes me hace mucha ilusión porque sé que voy a leer algo bonito, sigue en ello!!! Los trabajadores sociales me llegáis muchísimo.
    Un abrazo :)

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    1. Carolina, eres muy observadora, Carmen sale en mi entrada sobre el Congreso ¡es ella!
      Respecto a la edad... pues sí, yo lo notaba bastante, eran tan solo cinco años de diferencia, pero ten en cuenta que es un momento en que se nota mucho. Yo venía de otra carrera que no me había gustado, tenía la sensación de haber perdido el tiempo y no estaba dispuesto a malgastarlo más, había descubierto lo que quería y me lo tomaba muy en serio. Mis compañer@s acababan de llegar a la Universidad, tenían ganas de divertirse, de libertad, estaban en otro momento.
      En tu caso, no te lamentes por haber llegado tarde, alégrate por haberlo descubierto y estar en el camino, lo vas a disfrutar.
      Muchas gracias, una vez más, por tus palabras. Un abrazo.

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